Los Campos Elíseos son un must en toda regla de una visita a París, por precipitada que esta sea. Quién no ha visitado la principal arteria parisina no puede decir que ha estado en París. Esto es así.
Y para que no te pierdas un ápice de la elegancia, el savoir faire y lo más típicamente parisino que te espera en los Champs Elysées, te propongo estos 3 “altos en el camino” en tu recorrido por esta lujosa avenida de casi 2 km de largo. ¡Allá vamos!
1. Prueba los macarons de la pastelería Ladurée
En los últimos años hemos visto los escaparates de las más delicadas pastelerías de nuestras ciudades lucir este bizcochito redondo relleno de una suave crema. Y es que estos bizcochitos de infinidad de colores se han puesto muy de moda. Si bien ahora parece que la fiebre ha remitido un poco, lo cierto es que los macarons siguen gozando de gran popularidad entre los sibaritas más golosos.
¡Y cómo ir a París y no probar auténticos macarons artesanales en una de las mejores confiterías de la ciudad!
Ladurée es ya todo un símbolo de París, una insignia en el mundo repostero desde 1862, año de su fundación. Y haber conservado su prestigio a lo largo de tantos años sin descuidar la calidad de sus productos y la elegancia de sus salones es todo un éxito y garantía de calidad. Y más en una ciudad como París, que presume de no pocos salones de té, pastelerías y confiterías repartidas por su territorio.
No te lo pienses más y haz un alto en el camino para deleitarte con un macaron (o dos) de tu color favorito. Y si te ha gustado, llévate una cajita de recuerdo. Te la envolverán con mucho mimo.
2. Tómate un café en Le Jardin Du Petit Palais
La cafetería “Le Jardin Du Petit Palais” se encuentra, como indica su nombre, en el Petit Palais, un edificio histórico que alberga el museo de Bellas Artes de París. Si quieres tomarte un café o comer un ligero tentempié en un tranquilo jardín botánico con una preciosa fuente central en el corazón de París, entra en el museo y dirígete directamente a la cafetería del museo. La entrada es gratuita para visitar las exposiciones permanentes, así que no deberías tener ningún problema para entrar. Coges tu entrada y cruzas el pasillo central hasta que veas el jardín. Sobre el encantador jardín interior, bordado de mosaicos y majestuosas columnas, se encuentra la cafetería. Siéntate en una de sus mesitas y descansa tus fatigados pies mientras te recreas la vista con las distintas tonalidades de verde de las palmeras, y demás árboles y plantas. Este remanso de paz invita a la calma, a una entretenida charla sorbiendo un delicioso café, a la escritura, a dejar la mente en blanco… O a la mera contemplación. Y por supuesto, siempre que el tiempo lo permita, te recomiendo que te sientes en la terraza.
3. Observa París desde lo alto del Arco de Triunfo
El Arco de Triunfo es uno de los símbolos de París (junto con la Torre Eiffel, claro está). Un majestuoso monumento que preside la principal avenida de la capital francesa. Lo que te propongo para poner el broche de oro a tu paseo por los Campos Elíseos es que subas a lo más alto del Arco de Triunfo y observes la ciudad de París a tus pies: el ajetreo de los Campos Elíseos, el distrito financiero de la Défense, la Torre Eiffel, la Place Charles de Gaulle (con su característica forma de estrella)…
Quizás este no sea el punto más alto de París, pero esto no quita que las vistas panorámicas de las que disfrutarás desde el Arco de Triunfo sean absolutamente espectaculares. No te quedes solo con la vista del majestuoso arco a pie de calle. Disfruta también de las vistas privilegiadas que te ofrece.
Si quieres empezar a ambientar tu viaje con buena música francesa, no te pierdas nuestra playlist de Spotify. Yo no me puedo quitar de la cabeza la melodía de la famosa Champs Elysées desde que he empezado a escribir este artículo.