Central Park, o El Pulmón de Nueva York es de las pocas y extensas zonas verdes en las que un neoyorkino puede disfrutar de una mañana o tarde de ocio y no toparse con el ajetreado ambiente de la ciudad, el claxon de los coches e incluso los pasos acelerados de muchos de los viandantes. A mí, personalmente, me resulta un poquito triste que la ciudad de Nueva York, siendo tan inmensamente grande como es, por extensión, solo este gran rincón pueda ser el adecuado para sentirte en mitad de la naturaleza en plena ciudad.
Pero esa sensación de no saber a dónde más ir para poder disfrutar de unos minutos de relax en plena naturaleza, puede que cambie en unos años. En la antigua estación de trolebuses del Lower East Side de Manhattan, estación que lleva abandonada desde 1948, un nuevo proyecto urbanístico se abrirá al público en 2021.
Este antiguo túnel excavado en el siglo XX, acogerá en sus más de 4600 metros cuadrados un nuevo parque subterráneo. Y si bien piensas, viajero, que un parque subterráneo no es nada comparable a pasear por Central Park, aunque debo darte la razón ligeramente, tampoco quiero que pienses que dicho proyecto alberga detrás un paseo por el oscuro mundo que se encuentra bajo la ciudad de los sueños, todo lo contrario. Como bien he remarcado antes, yo vengo a hablarte de una propuesta que pueda suplir el ir a Central Park y este proyecto conocido como Lowline es uno de ellos.
Más allá de un lugar oscuro, el nuevo parque se iluminará gracias a un sistema de captadores de luz solar que será transmitida mediante cables de fibra óptica para posibilitar la fotosíntesis de las miles de plantas y árboles que harán de la visita de todo aquél una más que recomendable experiencia. Después de haber sido testado el proyecto durante dos años, en 2021 los habitantes de Nueva York y todos aquellos curiosos que quieran acercarse, tendrán un nuevo rincón del que disfrutar en la ciudad.