
Contents
Hola, viajeros!
Aquí estamos de nuevo con otra de nuestras telerutas, y es que tal como os contamos en nuestro post de #yoteleviajo, vamos a seguir nuestro serial con Londres, la siguiente ciudad más votada por vosotros después de Roma.
Os hemos preparado una ruta que podréis seguir desde vuestro sofá necesitando solamente muy pocos materiales, muchas ganas de ver emplazamientos emblemáticos y, sobre todo, aprender mucho de ellos gracias a nuestras audioguías.
Os recordamos los pasos necesarios para seguir la ruta:
Paso 1: materiales necesarios

Para comenzar esta #teleruta por Londres solamente vas a necesitar:
- Un ordenador (de sobremesa o portátil) o tablet o móvil para recorrer Roma por Google Maps
- Altavoces o auriculares para activar el sonido y poder escuchar nuestras audioguías mientras visitas la ciudad.
Paso 2: audioguía de Londres

En segundo lugar, descarga gratuitamente nuestra audioguía de Londres para poder disfrutar de una detallada explicación en audio sobre cada uno de los sitios que visitaremos virtualmente y de muchos otros más que también podrás visitar solamente con buscarlos en Google.
Va a ser como si estuvieras en tour guiado, pero sin salir de casa y siguiendo las más estrictas condiciones de seguridad 🙂
Paso 3: Street View de Google Maps

Escribe Londres en Google Maps y verás que te sitúa y te delimita la ciudad. Clica en la personita amarilla de la esquina inferior derecha y arrástrala hasta cualquier punto o calle de la ciudad e, inmediatamente, te transportarás a ese punto como si estuvieras allí mismo.
Anímate a trastear un poco si no conoces la plataforma y verás que tienes visión 360º además de poder dirigirte hacia adelante, hacia atrás y callejear por prácticamente cualquier rincón de la ciudad. ¡Incluso visitar el interior de muchos espacios fantásticos!
Solamente tienes que colocar a la personita amarilla en los puntos azules que aparecen dentro de las edificaciones y aparecerás dentro, como vemos en este caso en la catedral de Saint Paul:

Paso 4: teleruta por Londres
Esta es la ruta que vamos a seguir, una ruta circular, que vais a poder seguir sin ningún problema en caso de que vayáis en un futuro a Londres:
Vamos con ella… ¡y no perdáis de vista nuestro paraguas azul ☂️!
Trafalgar Square (4)

☂️ Iniciamos esta teleruta por esta icónica plaza del centro de Londres, que constituye una de las principales atracciones turísticas de la ciudad.
Construida en su mayor parte durante la década de 1830, conmemora la victoria de los británicos sobre la escuadra franco-española en la famosa batalla naval de Trafalgar del 21 de octubre de 1805, anulando por completo la intención de Napoleón de una futura invasión de las Islas Británicas.
Por ello, en el centro de esta plaza se encuentra la impresionante Columna de Nelson, de casi 50 metros de altura y coronada por la estatua del almirante Horatio Nelson, quien estaba al mando de la armada británica en Trafalgar y que perdió la vida en dicha batalla.
Cuatro imponentes leones de bronce rodean la base de la columna y se dice que el metal utilizado para esculpirlos proviene de los cañones de la flota francesa.
En un rápido recorrido panorámico encontraremos la South-Africa House al este, la Canada House al oeste, la National Gallery al norte, que alberga una de las mayores colecciones pictóricas del mundo, y que por cierto… ¡es gratis! y por la que puedes hacer un tour virtual si lo deseas; y la iglesia de Saint Martin-In-The-Fields al noreste en la que muy a menudo se celebran conciertos y recitales de música clásica. En el extremo suroeste de Trafalgar encontraremos el Admiralty Arch, un arco de triunfo construido en honor de la reina Victoria.
El extraordinario conjunto se completa con dos fuentes y diversas estatuas, por ejemplo, frente a la National Gallery se situan Jacobo II y George Washington. Esta estatua se encuentra situada sobre suelo importado de los Estados Unidos con el fin de cumplir la declaración de Washington de que nunca más pondría el pie en suelo británico.
Además, en cada esquina de la plaza hay un plinto. Tres de ellos albergan estatuas: Jorge IV al noreste, Henry Havelock al sureste, y Sir Charles James Napier al suroeste. Y el situado en la esquina noroeste estaba pensado para instalar una estatua de Guillermo IV, pero no se recaudaron los fondos suficientes y el plinto quedó vacío hasta que en 1999, la Real Sociedad de las Artes concibió la idea del proyecto ‘Cuarto Plinto’, para exponer temporalmente obras de artistas contemporáneos.
Es el sitio elegido para muchas celebraciones, eventos, rodajes… Y, en el apartado de curiosidades, debemos destacar que en el muro norte de la plaza figura desde 1876 una muestra del sistema de medidas de longitud británico que nos ilustra sobre la pulgada, el pie y la yarda, y una de las calles que sale de la plaza, Charing Cross, es literalmente el centro de Londres y desde donde se calculan todas las distancias de Inglaterra
Big Ben (42) y Abadía de Westminster (79)

☂️ Antes de hablar sobre el Big Ben conviene que hagamos un par de aclaraciones: probablemente estarás acostumbrado a referirte con este nombre a la torre de 96 metros de altura que destaca sobre la estructura de las Houses of Parliament y cuyo reloj ofrece un famosísimo carillón.
Pero, para hablar con propiedad, deberíamos utilizar su nombre real: Clock Tower. El nombre Big Ben, en realidad, se refiere a la enorme campana de 13,5 toneladas que marca las horas. A su vez, el nombre oficial de la campana es The Great Bell, siendo Big Ben una especie de apodo, que algunos sugieren que se debe a Benjamin Hall, un hombre corpulento que era prefecto de Obras Públicas cuando se instaló la campana en 1858, o al sobrenombre de Ben Caunt, célebre boxeador de la época.
En 1857 se truncó el primer intento de hacer funcionar el reloj, ya que la campana se rompió. La campana definitiva, que sonó por primera vez en 1859, tiene 2,7 metros de diámetro y tiene una pequeña grieta. Se sabe que la complicada operación de izarla hasta lo alto de la torre duró unas 18 horas.
En definitiva, el Big Ben es un auténtico símbolo de la ciudad de Londres y es uno de los edificios más reconocibles de la cultura popular.
En cuanto a la Abadía de Westminster, es una obra maestra de la arquitectura gótica y se construyó entre los siglos XIII y XVI, aunque en los siglos sucesivos fue objeto de diversas reformas y añadidos. En la abadía se sigue celebrando el culto religioso de manera regular, pero el santuario es más conocido por ser el lugar en el que empezó a coronarse a los soberanos ingleses en 1066.

Westminster Abbey es, por otro lado, el lugar en el que descansan los restos mortales de la mayoría de estos reyes, entre ellos los de Eduardo el Confesor, que fue él el que mandó construir la abadía en el siglo XI sobre los restos de un monasterio benedictino.
Tal vez te sorprenderá saber que si diriges tu mirada hacia arriba estarás observando la bóveda gótica más alta de toda Inglaterra, ya que la nave se eleva hasta los 31 metros de altura.
En el siglo XIII se trasladaron los restos de Eduardo el Confesor al magnífico sepulcro que hoy día puedes ver detrás del Altar Mayor.
En el siglo XVI, el deán encargado de presidir el cabildo, recibió dos nuevas misiones: preservar el culto diario y crear una escuela para educar a 40 estudiosos. Hoy en día siguen ejerciendo ambas labores, aunque en la actualidad la Westminster School es independiente y tiene muchos más alumnos.
A parte de sus evidentes méritos arquitectónicos, la abadía posee la más importante colección de escultura monumental del país. Pero, sin duda, uno de los atractivos que más visitantes atrae son las más de 3000 personalidades que aquí se encuentran enterradas.
London Eye (18)

☂️Con 135 metros de altura, el London Eye es la noria de observación más alta del mundo y la cuarta estructura más alta de Londres.
Gracias a ello, si tienes la suerte de subir a una de sus 32 cabinas en un día despejado, podrás disfrutar de vistas panorámicas de hasta 40 kilómetros. Eso significa que podrías llegar a ver el castillo de Windsor.
Construida en el año 2000 para celebrar la llegada del nuevo milenio, esta magnífica pieza de ingeniería recibe una media de 10.000 visitantes cada día.
Gran parte del éxito del London Eye se debe al innovador diseño de sus cabinas. Estas acristaladas cápsulas se sujetan a la estructura principal mediante un sofisticado sistema de aros que giran a medida que rota la noria, lo que permite que en la cúspide tengas una vista panorámica de 360 grados.
Además, siempre te ofrecen nuevas iniciativas como por ejemplo, alquilar una cápsula solo para ti, o imagínate, un desayuno de lujo con champán incluido.
The Shard (117)

☂️ The Shard es un rascacielos a modo de escultura en forma de aguja que emerge del río Támesis, inspirándose en las agujas que sobresalen de las iglesias londinenses, así como en los mástiles de los barcos que aparecían en las obras de Canaletto, pintor veneciano del s. XVIII.
Esta aguja piramidal de acero y cristal alcanza los 310 metros de altura, lo que le convierte en el rascacielos más alto del skyline londinense en el día de su inauguración en 2012; y en el más alto de la UE. En sus 95 plantas dispone de oficinas, varios restaurantes y bares, un hotel de lujo (que ocupa la parte central del edificio), un spa (del hotel, claro), apartamentos y, por supuesto, un espectacular mirador para disfrutar de una visión 360º de las mejores puestas de sol sobre Londres que te puedas imaginar.
Vistas con las que pueden deleitarse todo el año algunos privilegiados. Porque aquí vive gente en los apartamentos privados de The Shard, de los que solo hay 10, uno por planta. Todo un lujo al alcance de muy pocos.
The View from the Shard, o simplemente The View, nombre con el que se conoce al mirador, junto con el London Eye, nos ofrece la mejor panorámica de la ciudad. Eso sí, la altura del mirador, situado en las plantas 68, 69 y 72, casi dobla la de la famosa noria.
Tower Bridge (22)

☂️ A finales del siglo XIX, la situación del tráfico que cruzaba los puentes sobre el río Támesis se había hecho insostenible. Las dificultades que debían soportar tanto los peatones como el tráfico rodado empujaron a los gobernantes de la ciudad a plantearse soluciones drásticas.
Fue en 1876 cuando la Corporation of London, la autoridad competente, decidió convocar un concurso público para acabar con el problema.
Finalmente, de entre los 50 proyectos presentados, se escogió la propuesta de Horace Jones. La obra, que tardó 8 años en terminarse y se inauguró en 1894, dio como resultado el puente basculante más grande jamás construido. Su sofisticada maquinaria de doble báscula, accionada hidráulicamente con gigantescas maquinas de vapor, levantaba, pese a la complejidad del mecanismo, los brazos del puente en aproximadamente un minuto. La inclinación que alcanzan se acerca a los 90 grados.
Para cubrir la maquinaria se optó por dos torres de estilo neogótico, muy popular en aquella época, para las que se utilizó granito de Cornualles y piedra de Portland.
Dado que el tablero del puente se sitúa a 9 metros por encima del agua, cualquier embarcación que supere esa altura debe enviar una señal a los empleados del puente unos minutos antes de pasar. Unos semáforos sobre el puente permiten interrumpir el tráfico rodado para que las embarcaciones no tengan que esperar mucho más de un minuto. Sin embargo, en 1952 un autobús se saltó el semáforo y cruzó el Tower Bridge cuando los brazos ya se estaba levantando.
Los responsables del puente se jactan de que el mecanismo que permite la elevación de los brazos nunca ha sufrido una avería.
The Monument (82)

☂️ Con este escueto nombre se refieren los londinsenses a la columna dórica de 61 metros que conmemora el Gran Incendio de 1666 así como la reconstrucción de la ciudad. El monumento, construido entre 1671 y 1677, fue diseñado por Sir Christopher Wren, el arquitecto de la catedral de Saint Paul’s, y su amigo y colega, el doctor Robert Hooke.
El Monument, consiste en esta enorme columna realizada en piedra de Portland coronada por un tambor y una urna de bronce de la que emergen unas llamas que simbolizan el Gran Incendio. Los 61 metros de altura representan la distancia entre el Monument y el punto de Pudding Lane donde se encontraba la casa de un panadero en la que se originó el fuego.
El Gran Incendio se recuerda como una de las grandes tragedias que ha sufrido Londres. Empezó el 2 de septiembre de 1666, y no pudo controlarse hasta 4 días más tarde. Durante ese tiempo asoló más de 400 calles y dejó sin hogar a unas 200.000 personas. Además, se cebó con importantes edificios como el Guildhall y Saint Paul’s Cathedral.
En la columna podrás observar algunos relieves que describen al rey Carlos II restituyendo su integridad a la ciudad. Alrededor del pedestal, unas inscripciones narran los nefastos efectos de las llamas, así como el proceso de reconstrucción de la ciudad.
Los 61 metros del Monument lo convierten en la columna aislada más alta del mundo. Vale la pena que te enfrentes a los 311 escalones de la escalera en espiral que aloja en su interior. En lo alto, un balcón ofrece estupendas vistas de la metrópolis.
Catedral de St. Paul (29)

☂️ Cuatro han sido los templos que se han construido sucesivamente sobre los terrenos que ocupa en la actualidad Saint Paul’s, la catedral de la diócesis de Londres. Esta última, la definitiva, se comenzó a construir en 1675, ya que la anterior había sido reducida a cenizas durante el Gran Incendio de 1666. Fue terminada en 1710, y el resultado es de una belleza y una majestuosidad asombrosas.
La cúpula, uno de los grandes logros técnicos y artísticos de Christopher Wren, es la segunda más alta del mundo. Sus 110 metros de altura sólo son superados la de la basílica de San Pedro del Vaticano.
Durante la construcción de esta estructura, Wren subía una vez a la semana para comprobar cómo evolucionaban las obras. Por fortuna, a los 76 años pudo ver con sus propios ojos cómo su hijo colocaba la última piedra.
En el punto más alto de la cúpula, justo por debajo de la linterna que la remata, se sitúa la Golden Gallery, una pequeña galería sólo reservada a los más valientes, que tendrán que subir 530 escalones para alcanzarla. Si tienes vértigo olvídate, porque pese a que las vistas de la ciudad son increíbles, la galería se encuentra a 85 metros de altura. Subiendo 200 escalones menos podrás acceder a la Stone Gallery.
La primera misa se celebró en 1697, y desde entonces han tenido lugar en el templo importantes episodios históricos como el funeral de Sir Winston Churchill o la boda de Carlos, príncipe de Gales, y Diana Spencer.
Si te preguntas si, al igual que en Westminster Abbey, en Saint Paul’s están enterrados personajes famosos la respuesta es afirmativa: desciende a la cripta y encontrarás los sepulcros de figuras como el almirante Nelson, Alexander Fleming, descubridor de la penicilina y el propio Christopher Wren.
Covent Garden (39)

☂️ La historia de la actual plaza de Covent Garden empieza en el siglo XVII, cuando pasó de manos de los monjes de Westminster a ser propiedad de los condes de Bedford. En la década de 1630 le encargaron a Inigo Jones, que por aquellos tiempos ocupaba el cargo de arquitecto real, que construyese una piazza en los antiguos terrenos conventuales.
Treinta años después se creó el mercado de frutas, verduras y flores que hizo famoso este barrio. Este conjunto de coloristas paradas mantuvo su actividad hasta 1974, año en el que la plaza fue objeto de grandes reformas.
A principios del siglo XIX el arquitecto cambió el aspecto de la plaza construyendo, con el fin de alojar el mercado, que hasta entonces estaba al aire libre, tres pabellones paralelos con numerosos puestos y cubierta de cristal y hierro forjado.
Cuando en 1974 se trasladó el popular mercado a Nine Elms Lane se corrió el peligro de arrebatar a esta zona su bullicio y su encanto, pero finalmente se optó por rehabilitar el edificio original y reconvertirlo en una nueva superficie comercial. Hoy en día los renovados pabellones son un hervidero de gente, sobre todo joven, que se acerca a sus numerosos cafés y tiendas, que venden desde ropa y libros hasta antigüedades y objetos de decoración.
Al ser peatonal la zona circundante, han proliferado aquí con el permiso de las autoridades los artistas callejeros, que proporcionan un variado programa de entretenimiento que incluye mimo, malabares, música y algún que otro truco de magia.
Leicester Square (43)

☂️ El corazón del Londres más animado late en esta abarrotada plaza del West End que bombea alegría, fiesta y bullicio a todas horas. Antaño una exclusiva zona residencial y lugar preferido para zanjar cuestiones de honor mediante duelos, fue diseñada en torno a 1670. Su nombre se debe a que estaba al sur de Leicester House, una de las antiguas residencias de la realeza.
La relación de esta plaza con el cine se remonta a la década de 1930, cuando el celuloide se encargó de acabar con los music halls de la época victoriana.
En la zona arbolada del centro encontrarás una taquilla en la que comprar entradas con descuento para los teatros de la zona. Asimismo, varios bustos y estatuas rinden homenaje a históricos residentes de este rincón de Londres, como son Isaac Newton, William Hogarth y Joshua Reynolds. Reynolds pintó parte de su obra en el número 46 de la plaza.
Esta parte de Leicester Square se encuentra rodeada de una reja y se cierra al público por la noche. Hasta principios de los años 90 se consideraba un lugar un tanto peligroso, ya que aquí se reunían drogadictos y pequeños delincuentes. Hoy día las cosas han cambiado, así que también es recomendable que te acerques a ver el monumento dedicado a William Shakespeare y la estatua de Charlie Chaplin, obra del escultor John Doubleday.
Chinatown (41)

☂️ Y terminamos esta primera parte de la ruta con dos de los barrios o zonas más concurridos de la ciudad.
Y es que cuando los primeros chinos llegaron a Londres a principios del siglo XIX se asentaron principalmente en las proximidades de los muelles de la zona de Limehouse, que en aquella época tenía una fama más que dudosa.
Pero esa zona fue duramente castigada durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, y a partir de 1950 la comunidad china se trasladó a otras partes de la ciudad. El Soho, uno de los barrios más vibrantes y con más vida de Londres, que en aquella época permitía alquilar inmuebles a un precio razonable, fue el principal foco al que acudieron, y en las cercanías de Leicester Square y de Shaftesbury Avenue se fue perfilando lo que hoy conocemos como Chinatown.
Los arcos con forma de pagoda que presiden Gerrard Street, la arteria principal de Chinatown, te darán la bienvenida a este barrio en el que abundan los restaurantes, tiendas de souvenirs y supermercados chinos.
Pese a que se trata de un barrio esencialmente comercial, cada año tiene lugar aquí una interesante ceremonia para celebrar la llegada del Año Nuevo Chino.
Disfruta de un paseo de lo más interesante, incluso en algún momento no sabrás si estás en Londres o en una de las calles de Shangai.